Disney gastó $60.5 millones en 2024 solo para la segunda temporada de Andor, según las cuentas hechas públicas por la productora británica, lo que sitúa el gasto total del drama en $705.5 millones por ambas temporadas —cantidad que, excluyendo $7.2M asignados originalmente a un proyecto de Obi-Wan, queda en unos $698.3 millones y que la compañía declara “dentro del presupuesto”.
El informe financiero de la filial E&E Industries (UK) detalla además que la producción percibió $142.3 millones en reembolsos y créditos fiscales, además de ayudas por la pandemia y un cobro de seguro, dejando el gasto neto de Disney en $552.4 millones. Uno de los renglones más altos fue la nómina: $85.5 millones pagados a empleados, y el equipo llegó a promediar 501 empleados mensuales en 2023 (sin contar contratistas y freelancers).
Andor ha sido, además, la excepción exitosa entre las series de Star Wars: su primera temporada logró un 88% de aprobación y la segunda un 89% en audiencia, en contraste con títulos como The Mandalorian o The Acolyte, que vieron caídas de recibimiento. La serie se rodó en Pinewood y en múltiples localizaciones del Reino Unido, lo que también explica su visibilidad en los registros contables británicos —las producciones hechas en el Reino Unido deben publicar estados detallados para optar a incentivos.
El caso Andor subraya la magnitud del gasto de Hollywood en el Reino Unido (Disney declaró $4.8B allí desde 2019) y su impacto en empleo y servicios locales. Pero el futuro no está libre de riesgos: propuestas como la tarifa del 100% a producciones extranjeras anunciada por Donald Trump podrían alterar los incentivos y forzar cambios en dónde y cómo se filman grandes proyectos internacionales.