Una de las historias más impactantes del mundo tech en 2025: la empresa londinense Builder.ai, que afirmaba tener una revolucionaria inteligencia artificial capaz de crear aplicaciones, ha cerrado tras revelarse que toda su “IA” era en realidad trabajo humano.
La app “Natasha”, su producto estrella, prometía diseñar y codificar apps en tiempo récord usando un supuesto sistema de IA. Con ese pitch, lograron una inversión de $455 millones por parte de Microsoft, alcanzando una valoración de $1.5 mil millones. Pero la verdad era que más de 700 ingenieros en India hacían todo el trabajo manualmente.
Según documentos revelados por Bloomberg, la empresa incluso colaboró con la startup india VerSe para inflar falsamente sus ingresos entre 2021 y 2024, facturándose mutuamente por servicios que nunca se realizaron. VerSe ha negado las acusaciones.
Builder.ai se declaró en bancarrota en mayo de 2025. En un comunicado en LinkedIn, dijeron que los desafíos financieros eran insostenibles:
La empresa no ha podido recuperarse de decisiones pasadas que pusieron en riesgo su posición financiera.”
Este caso revive los debates sobre la transparencia en la industria de la IA, donde muchas compañías usan el “AI” como etiqueta de venta sin pruebas reales detrás.