Un nuevo estudio del MIT Media Lab ha generado controversia al revelar que usar ChatGPT para hacer tareas académicas puede afectar negativamente la actividad cerebral, la creatividad y la memoria, especialmente en jóvenes.
El estudio dividió a 54 participantes en tres grupos: uno usó ChatGPT, otro usó Google y el último escribió por cuenta propia. A través de un EEG que monitoreó 32 regiones del cerebro, se observó que los usuarios de ChatGPT mostraron la menor actividad cerebral y “bajo rendimiento en niveles lingüísticos, neuronales y de comportamiento”.
Con el tiempo, los usuarios de AI se volvieron más dependientes, y muchos terminaron simplemente copiando y pegando. Al pedirles reescribir un ensayo sin ChatGPT, recordaban poco de su propio contenido, mostrando una falta de integración en redes de memoria.
En contraste, el grupo que escribió sin asistencia mostró alta conectividad cerebral y mayor satisfacción con sus textos. Incluso el grupo que solo usó Google mostró más compromiso cognitivo que quienes usaron AI.
Nataliya Kosmyna, autora principal del estudio, explicó: “Estoy preocupada por el impacto en cerebros en desarrollo. Necesitamos educar sobre cómo usar estas herramientas sin apagar el pensamiento humano.”
Aunque el estudio aún no ha sido revisado por pares y su muestra es limitada, abre una discusión urgente sobre el uso masivo de AI en la educación.