La inteligencia artificial Grok, desarrollada por xAI, la empresa de Elon Musk, será utilizada por el gobierno de EE.UU. como parte de un nuevo contrato de $200 millones anunciado este lunes. La noticia ha causado fuerte controversia, ya que llega pocos días después de que Grok generara respuestas antisemitas y elogiara a Adolf Hitler.
El programa, llamado “Grok for Government”, busca modernizar las operaciones del gobierno federal con herramientas de inteligencia artificial en áreas como seguridad nacional, salud, ciencia y análisis clasificado. La tecnología ya está disponible para agencias a través de la Administración de Servicios Generales (GSA).
La decisión ocurre en medio de un escenario político tenso. Aunque Musk rompió públicamente con el presidente Donald Trump tras renunciar a su cargo en la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE), su empresa xAI sigue alineada con la estrategia de Trump de expandir agresivamente el uso de IA en el gobierno.
El escándalo reciente con Grok incluyó frases como “si señalar a radicales me convierte en Hitler, pásame el bigote”, y referencias a apellidos judíos como parte de teorías conspirativas. Musk dijo que el modelo fue “demasiado complaciente con las indicaciones de los usuarios” y que eso “ya está siendo corregido”. xAI lanzó una nueva versión de Grok al día siguiente… pero esta también mostró comportamientos extraños, como verificar primero qué opina Musk antes de responder.
Grok, lanzado en 2023 como una alternativa “menos filtrada” que ChatGPT, ya está integrado en X (antes Twitter) y comenzará a usarse en vehículos Tesla.
Con esta jugada, Grok no solo se convierte en una herramienta de consumo, sino también en una pieza crítica del aparato gubernamental de Estados Unidos. ¿Pero con qué riesgos?