James Cameron, director de Titanic y Avatar, ha vuelto a defender la experiencia cinematográfica en salas, esta vez apuntando a Netflix y su enfoque para cumplir con los requisitos de los Oscars. En el podcast The Town de The Ringer, Cameron calificó la estrategia de la plataforma como “fundamentalmente podrida”.
El director criticó al CEO de Netflix, Ted Sarandos, por la práctica de estrenar películas por periodos muy cortos —una o dos semanas— solo para calificarlas a los Oscars. Cameron afirmó: “Para mí, los Premios de la Academia no significan nada si no implican proyección teatral real”. Según las normas de la Academia, cualquier película elegible debe estrenarse en salas comerciales por al menos siete días consecutivos, con tres funciones diarias.
Para mejorar la situación, Cameron propuso un enfoque más sólido: permitir la elegibilidad solo si las películas se estrenan en un número significativo de salas. “Deberían poder competir si la película se proyecta de manera significativa en 2,000 salas durante un mes”, sugirió. Esta crítica se suma a su oposición a la posible compra de Warner Bros. por parte de Netflix, que considera un “desastre” para la industria cinematográfica tradicional.

