Alita: Battle Angel, dirigida por Robert Rodriguez y producida por James Cameron, llegó a los cines en febrero de 2019 con un presupuesto de $170 millones, adaptando el influyente manga de Yukito Kishiro. La película recaudó $404 millones a nivel mundial y dejó una base de fans leales, conocida como el “Alita Army”, aunque las críticas fueron mixtas y hasta ahora no se ha concretado una secuela.
A pesar de la pausa prolongada, Cameron ha reiterado su compromiso con el proyecto. Mientras promociona Avatar: Fire and Ash, explicó que él y Rodriguez han hecho un “juramento de sangre” para al menos producir otra película de Alita. Incluso consideran un enfoque que pueda conectar con una tercera entrega, aunque se conformarían con hacer solo la segunda.
Con Cameron terminando de trabajar en Pandora y viviendo cerca de Rodriguez en Austin, Texas, parece que el proyecto podría avanzar pronto. Los fans de Alita pueden esperar que las ruedas comiencen a girar de nuevo, y quizás ver un regreso al mundo de Motorball en el futuro cercano.

