DOOM es una franquicia veterana del gaming que renació con fuerza en 2016 y se consolidó con DOOM Eternal. Ahora, llega la tercera entrega: DOOM: The Dark Ages, una precuela que nos lanza a una batalla medieval contra las fuerzas demoníacas. La gran pregunta es: ¿cumple con las expectativas? La respuesta: sí, y con estilo.
En esta nueva entrega, encarnas nuevamente al DOOM Slayer, convertido en la última esperanza de la humanidad en un mundo que mezcla armaduras, dragones y mechas. Aunque la historia es difícil de resumir, una cosa está clara: es intensa, llena de giros inesperados, y con un diseño visual que te deja sin aliento. Tanto veteranos como nuevos jugadores quedarán enganchados desde el inicio.
El gameplay es familiar, pero renovado. Si bien los anteriores eran frenéticos en bases espaciales, aquí batallas en castillos, campos, desde un dragón volador o dentro de un mecha gigante. El debut del escudo como arma principal es un cambio brillante: puedes usarlo para dash, lanzarlo como el Capitán América, bloquear ataques, y hacer parry cada vez que un enemigo brilla en verde. iteralmente es tu mejor arma.
Además, se introducen tres armas cuerpo a cuerpo: el guantelete, el Flail y el Dreadmace, cada una con habilidades únicas. El Dreadmace se convierte en una favorita por su brutalidad y utilidad en obtener vida, munición y escudos. A eso le sumas una nueva variedad de armas, además de clásicos rediseñados como el Combat Shotgun, el Cycler y el Pulverizer.
Eso sí, la violencia gráfica fue reducida en comparación con DOOM Eternal. Solo verás momentos extremos al ejecutar remates especiales. ¿Afecta la experiencia? No del todo, pero para muchos, parte del encanto era la brutalidad pura del Slayer.
El juego cuenta con 22 niveles cargados de exploración, secretos, códices, y juguetes coleccionables. Los combates son intensos y los minibosses pondrán a prueba tus reflejos. Las secciones en mechas y montando dragones son visualmente geniales, pero podrían haber ofrecido más profundidad en gameplay. Aún así, son un buen cambio de ritmo.
A nivel técnico, el videojuego es espectacular. El diseño del entorno es aterradoramente hermoso, el detalle en los demonios es increíble y el sonido… simplemente épico. La banda sonora ofrece paz en medio del caos, y te mantiene inmerso en todo momento.
En tiempos donde hay incertidumbre con los grandes lanzamientos, DOOM: The Dark Ages cumple y hasta sobrepasa expectativas. Es uno de los títulos obligatorios del año, con gameplay desafiante, una historia que sorprende y una experiencia visual impecable.
Bajo el sistema Like o No Like de Yo Soy Un Gamer, este se lleva un contundente LIKE, y sin duda debe estar en la conversación del GOTY 2025.