El dinero tiende a cambiar a las personas, y en los últimos años hemos visto cómo los líderes de empresas tecnológicas han intentado moldear el mundo según sus propios ideales. Con ese tema de fondo, HBO Films presenta su nueva comedia oscura: Mountainhead.
La historia sigue a un grupo de multimillonarios—Randall Garrett (Steve Carell), Hugo “Souper” Van Yalk (Jason Schwartzman), Venis “Ven” Parish (Cory Michael Smith) y Jeffrey “Jeff” Abredazi (Ramy Youssef)—que se reúnen mientras una crisis internacional se intensifica.
Claramente, los personajes están inspirados en figuras como Peter Thiel, Elon Musk y Sam Altman. No se busca que la audiencia simpatice con ellos, sino que se cuestione lo que representan en la vida real: poder económico y tecnológico sin límites morales.
Mountainhead fue escrita y dirigida por Jesse Armstrong, creador de Succession, por lo que no sorprende que la película explore con crudeza el poder desde la cima de la élite global.
Una sorpresa es el cambio de tono a mitad de película: empieza como una crítica seria, tensa y reflexiva sobre el estado del mundo, y luego se transforma en una comedia absurda al estilo slapstick, casi caricaturesca. Esta segunda mitad logra destacar por la seriedad con la que los actores interpretan situaciones ridículas, como si fuera una metáfora de que el daño causado por estas figuras se intensifica cuando no tienen límites físicos, como sí ocurre con sus tecnologías.
Las actuaciones son lo más sólido del filme. Cory Michael Smith y Jason Schwartzman sobresalen especialmente. Smith encarna perfectamente la frialdad y arrogancia de alguien como Musk, mientras que Schwartzman interpreta al personaje más débil del grupo, buscando validación constante y siendo usado como peón. El personaje de Ramy Youssef tiene quizás el único arco que muestra evolución, lo que le añade dimensión a una historia que de otro modo sería puramente satírica.
Bajo el sistema Like o No Like de Yo Soy Un Gamer, esta película se lleva un No Like. Y no porque sea mala, sino porque ese es precisamente su punto: Mountainhead no busca ser cómoda ni agradable. Es una sátira incómoda, a veces incoherente, que probablemente habría funcionado mejor como una miniserie para desarrollar mejor a los personajes. Aun así, si estás al tanto del mundo tech y sus figuras más polémicas, vale la pena verla aunque no sea una experiencia convencional.