El mundo de la mafia siempre ha sido popular en la cultura, y los videojuegos no son la excepción. Ahora, Hangar 13 regresa a lo que mejor saben hacer: el crimen organizado. Esta vez nos llevan a un periodo aún más antiguo con Mafia: The Old Country. ¿Cumplirá con las expectativas al ofrecer algo diferente?
La historia explora los orígenes de las familias criminales sicilianas a inicios de 1900. El protagonista es Enzo Favara, quien asciende en las filas de la familia Torrisi mientras enfrenta decisiones difíciles, traiciones y un camino lleno de venganza.
Este título es especial, y lo digo en buen sentido: no es un juego de mundo abierto, sino una experiencia bastante lineal que dura alrededor de 10 horas. Personalmente, agradezco esa duración porque mantiene la historia compacta y sin relleno. La trama, aunque toca elementos conocidos del género, resulta bastante entretenida. El viaje de Enzo —interpretado por Riccardo Frascari— es fascinante, sobre todo por las relaciones que construye para ganarse la confianza de los Torrisi. Curiosamente, este fue mi primer Mafia, así que seguro los fans de la saga apreciarán aún más las conexiones con juegos anteriores.
El problema viene con la jugabilidad. Las misiones de sigilo resultan frustrantes, ya que cualquier error te regresa al checkpoint. También lo son las secuencias de conducción: intentan ser realistas, pero manejar se siente tedioso. Afortunadamente, existe la opción de “skip” para llegar rápido al destino, algo que me gustó bastante porque evita alargar innecesariamente la experiencia.
En lo positivo, los combates cuerpo a cuerpo con cuchillos son intensos y fáciles de dominar, aportando dramatismo a la narrativa. Otra curiosidad es la posibilidad de tomar fotos en ciertas misiones con una cámara, aunque no es un aspecto que terminé usando mucho.
Mafia: The Old Country cuesta $50, y aunque su historia lo vale, el gameplay deja que desear. En resumen: una narrativa sólida, ambientación espectacular, pero con mecánicas que pudieron estar mejor. Bajo mi sistema de Like o No Like, se lleva un Like bajo.