La segunda temporada de Daredevil: Born Again llega con un nuevo nivel de libertad creativa, según explicó la productora Sana Amanat, después del complicado reinicio que afectó al rodaje de la primera temporada. Amanat dijo a Empire que esta vez “el panorama estaba abierto” y que el equipo finalmente pudo construir la serie sin tener que unir ideas contradictorias.
Durante la producción de la primera temporada, Marvel cambió radicalmente de dirección: la serie pasó de ser un reboot completo, alejado del Daredevil de Netflix, a una propuesta más cercana a la versión clásica con el regreso de personajes como Karen Page y Foggy Nelson. Esto llevó a reescribir el piloto, el final y varias escenas clave, generando un tono irregular que los fans detectaron.
Ahora, Amanat asegura que la temporada 2 —que llega a Disney+ en 2026— podrá avanzar sin esas limitaciones, dando al equipo la libertad de diseñar una historia más coherente y alineada con lo que los fans esperan de Matt Murdock y Wilson Fisk.
El escritor Jesse Wigutow explicó que la intención inicial de separar totalmente la serie del legado de Netflix “no funcionó como se esperaba”. Finalmente, Marvel decidió “honrar ese origen”, algo que se reflejará aún más en la nueva temporada.
La historia también traerá de vuelta a Jessica Jones, interpretada por Krysten Ritter, un regreso que Amanat describe como “personal y perfecto para el tono de la serie”. Además, Wigutow adelantó que la temporada será “más grande y política”, con un Wilson Fisk instalado como alcalde de Nueva York, intensificando la guerra psicológica y moral entre él y Daredevil.
Marvel parece confiada: Daredevil: Born Again ya ha sido renovada para una tercera temporada, prevista para 2027.