Call of Duty: Black Ops 7 marca un cambio sin precedentes en la saga: su campaña no puede ser pausada. A diferencia de entregas anteriores, donde abrir un menú detenía toda la acción, en esta nueva entrega el juego sigue en tiempo real, incluso durante cinemáticas o mientras revisas tu inventario. Esto significa que los jugadores pueden morir, perder progreso o verse obligados a reiniciar desde el último checkpoint si se distraen o si el juego ejecuta actualizaciones automáticas en línea.
El motivo detrás de esta decisión está relacionado con el diseño “always online” que Activision y Treyarch han implementado en Black Ops 7. Al estar siempre conectada la campaña, el juego se mantiene activo constantemente, lo que genera un nivel de tensión y urgencia que recuerda a los títulos de FromSoftware, donde abrir un menú no detiene el mundo. Para los jugadores en dificultades más altas, esto puede ser especialmente complicado, ya que cualquier descuido puede costar un reinicio completo de la sección del juego.
Además, ModernWarzone compartió un video donde se ve a un jugador intentando ver una cinemática, pero el juego fuerza una actualización diaria que interrumpe la acción y lo saca al menú principal. Este tipo de interrupciones demuestra cómo el diseño always-online afecta la experiencia de campaña y exige que los jugadores se mantengan concentrados de principio a fin.
El cambio ha generado debate entre la comunidad, ya que algunos creen que añade un nivel de desafío y realismo, mientras que otros consideran que limita la comodidad y el control del jugador, tradicionalmente una característica clave de las campañas de Call of Duty. En resumen, la nueva modalidad de Black Ops 7 redefine cómo se vive la historia en un shooter de la saga, haciendo que cada minuto en la campaña cuente y obligando a los jugadores a adaptarse a un mundo activo y en constante movimiento.