Después de más de 25 años al aire sin interrupciones reales, One Piece se prepara para un cambio histórico.
Toei Animation anunció que, una vez concluya el arco de Egghead Island en enero, el anime entrará en una pausa de tres meses antes de regresar en abril con el esperado arco de Elbaph.
A partir de entonces, One Piece adoptará un modelo de dos temporadas al año, con un máximo de 26 episodios por ciclo. Según Toei, esta nueva estructura permitirá que la serie “profundice aún más en el corazón del mundo de ONE PIECE, incorporando mejor el ritmo y contenido del manga original”.
El estudio también prometió “sorpresas emocionantes” durante el receso, lo que podría incluir nuevos proyectos o material relacionado, como la segunda temporada del live action de Netflix, prevista para estrenarse en ese mismo periodo.
No es la primera vez que el anime toma un descanso. En 2024, One Piece pausó durante seis meses para mejorar la calidad de animación y dar espacio al manga de Eiichiro Oda. El resultado fue notable: menos episodios de relleno y secuencias de acción de altísimo nivel.
Aunque aún surgen algunos recap ocasionales, el nuevo ritmo ha demostrado ser mucho más beneficioso para la producción y la experiencia del público. Además, este formato permitirá que el manga —actualmente también en el arco de Elbaph— mantenga ventaja suficiente para evitar pausas innecesarias o rellenos forzados.
Este cambio marca el final de una era en la industria del anime. One Piece era el último gran título que conservaba el antiguo modelo de emisión continua, el mismo que usaron series legendarias como Naruto y Bleach.
Ahora, al igual que casi todos los animes actuales, One Piece se moverá al modelo por temporadas, priorizando la calidad visual y la fidelidad al material original sobre la cantidad de episodios.