Predator es una franquicia que en un momento pareció haberse quedado sin vida luego del estreno de The Predator. Luego, en Hulu, la serie revivió con las sorpresas de Prey y Predator: Killer of Killers, donde expandieron la mitología de los cazadores intergalácticos. Ahora, la franquicia hace su regreso a los cines con una película donde el cazador es ahora el protagonista en Predator: Badlands.
Expulsado de su clan, Dek, un joven y pequeño Yautja de una casta guerrera, busca probar su valía como cazador para ganarse la aprobación de su padre, Njhorr, y elevar su estatus. Él y una aliada inesperada se embarcan en un peligroso viaje en busca del adversario definitivo.
Esta película es, sorprendentemente, una historia de familia, al estilo Fast & Furious, donde vemos a Dek, interpretado por Dimitrius Schuster-Koloamatangi, crecer como personaje, adquirir conocimiento y obtener lo que ha anhelado durante toda la película. Como personaje, genera empatía debido a que no es el típico Yautja: es significativamente más pequeño y sus habilidades como cazador son inferiores en comparación con las de su hermano. Pero la película logra mostrar por qué los Predator son temibles, aplicando su inteligencia y conocimientos en combate. Desde una perspectiva humana, Dek es un underdog que busca ser reconocido y encontrar su lugar, algo con lo que muchos podemos identificarnos.
Junto a Dek tenemos a Tessa, interpretada por Elle Fanning. Ella tuvo el reto de sostener la historia desde el lado “humano”, aunque su personaje es una androide sintética creada por la compañía Weyland-Yutani. Fanning está genial en este papel, mostrando una faceta diferente de lo que hemos visto anteriormente en su carrera.
Las escenas de acción son entretenidas y dignas de verse en pantalla grande. Una de las cosas que más me sorprendió fue lo cómica que es la película. Hay momentos en los que estarás riéndote a carcajadas y luego soltando un “wow” por alguna secuencia de acción. Hay un buen equilibrio en los tonos, incluyendo los momentos de silencio, donde se puede apreciar lo peligroso y lo hermoso que es este planeta. Aunque está clasificada PG-13, la violencia está al mismo nivel que en las demás películas de la serie.
Este proyecto está conectado directamente con el universo de Alien, y con Alien retomando vida con sus dos proyectos más recientes, tengo curiosidad por ver hacia dónde llevarán ambas franquicias y cuándo eventualmente se cruzarán.
Predator: Badlands es una genial entrega dentro de la saga, y merece verse en la pantalla grande. Tomaron un riesgo al tener a un Yautja como protagonista, pero la química entre Dek y Tessa eleva la historia. Realmente tengo curiosidad sobre el futuro de la serie, ya que hay muchos puntos interesantes a los que podrían regresar. Los fans de Predator quedarán satisfechos, y los amantes del género de acción no deberían perderse esta película.
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