La próxima entrega del universo Predator, titulada Predator: Badlands y dirigida por Dan Trachtenberg (Prey), no tendrá clasificación R como sus predecesoras. En cambio, el filme apostará por un PG-13 “que se sienta como R”, según explicó su productor Ben Rosenblatt en entrevista con IGN.
El cambio de tono no significa menos acción o brutalidad. Rosenblatt aseguró que el equipo está “llevando la violencia al máximo posible dentro de los límites del PG-13”, pero con un giro: no habrá sangre humana. En esta historia, no aparece ningún personaje humano, por lo que el gore se sustituirá por sangre verde de los Yautja (la raza de los Predators) y líquido blanco de los sintéticos del universo Alien.
“Queremos que se sienta como una película R, pero sin serlo. Y creemos que podremos hacer cosas bastante brutales… solo que en colores distintos al rojo”, dijo Rosenblatt.
Esta será la primera cinta de la saga con clasificación PG-13 desde Alien vs. Predator (2004), una decisión que busca ampliar el público sin perder la esencia salvaje que caracteriza a la franquicia.