El Strong National Museum of Play, conocido por albergar el Salón Mundial de la Fama de los Videojuegos, enfrenta un recorte presupuestario de medio millón de dólares tras la cancelación de dos subvenciones federales.
La información fue confirmada por el museo a través de un comunicado compartido por la Academy of Interactive Arts & Sciences. Las subvenciones provenían del National Endowment for the Humanities (NEH) y del Institute of Museum and Library Services (IMLS), y estaban destinadas a proyectos culturales clave como la exhibición Beyond the Buzzer: Game Shows in America y un programa de preservación de catálogos históricos de juguetes.
Ambos fondos fueron cancelados por órdenes ejecutivas de la administración Trump, en el marco de una controversial reducción de agencias federales por parte del “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, dirigido en parte por Elon Musk. Esta entidad ha sido cuestionada legalmente por no haber sido creada por el Congreso, lo que pone en duda la legalidad de sus decisiones.
A pesar del impacto económico, el museo aseguró que continuará con ambos proyectos, aunque podrían verse reducidos en tamaño, alcance o tiempo de ejecución. Para cubrir el déficit, buscarán apoyo a través de nuevas subvenciones, donaciones y respaldo de la industria.
Este recorte se suma a una serie de acciones del gobierno actual que, aunque no apuntan directamente a la industria del videojuego, han tenido consecuencias notables. Desde la inseguridad jurídica causada por los aranceles, hasta los conflictos legales sobre derechos civiles que han afectado a desarrolladores.