Ryan Reynolds confiesa que él filtró el famoso test footage de Deadpool

Ryan Reynolds terminó convirtiendo a Deadpool en un fenómeno cinematográfico… y lo hizo a su manera. Tras una aparición poco afortunada en X-Men Origins: Wolverine, Reynolds mantuvo la fe en el personaje y rodó metraje de prueba para demostrar que la idea podía funcionar. El estudio no avanzaba, así que, según admitió en el Toronto International Film Festival, él mismo filtró ese material.

El clip filtrado de 2014 actuó como un caso de estudio público: en 24 horas, el ruido en redes forzó a los ejecutivos a dar luz verde. La película Deadpool explotó en taquilla y en crítica, confirmando que una versión R-rated y meta del personaje tenía público. Reynolds definió su acto como “hacer lo incorrecto en el momento correcto”, y la jugada le salió bien.

La historia también sirve para recordar que la resistencia al contenido R no es necesariamente nueva: producciones como Blade en 1998 ya demostraron que el cine de superhéroes R-rated puede funcionar. Aun así, el camino de Deadpool muestra cuánto peso puede tener el público (y una filtración bien cronometrada) a la hora de impulsar una película que las productoras dudaban en financiar.

En resumen: Reynolds apostó por su instinto, tomó un riesgo grande y, con un leak y la reacción de la audiencia, logró que Deadpool se convirtiera en una de las adaptaciones más exitosas y singulares del género.

Este artículo es presentado por Claro Puerto Rico @claropr #LaRedMasPoderosa.

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