Luego de Avengers: Endgame, los proyectos de Marvel Studios han sido bastante mixtos. Hemos tenido momentos altos como Guardians of the Galaxy Vol. 3, y puntos bajos como Secret Invasion o Thor: Love & Thunder. Esta semana, regresa el Marvel que muchos extrañaban con el estreno de Thunderbolts.
Atrapados en una trampa mortal, un equipo poco convencional de antihéroes —Yelena Belova, Bucky Barnes, Red Guardian, Ghost, Taskmaster y John Walker— debe embarcarse en una peligrosa misión que los obliga a confrontar los rincones más oscuros de su pasado.
Lo que siempre ha hecho grande a Marvel es la vulnerabilidad de sus personajes. Lo vimos en la trilogía de Guardians, en la de Captain America, y con Iron Man. Personajes llenos de ideales, tratando de hacer lo correcto, aunque no siempre sean los más adecuados para hacerlo. En Thunderbolts, tenemos un grupo de mercenarios que se convierten en antihéroes por accidente… porque, en el fondo, tienen corazón.
Ese corazón lo representa Yelena Belova, interpretada brillantemente por Florence Pugh, quien es el eje emocional de la historia. Su relación con Red Guardian y con Bob (interpretado por Lewis Pullman) nos guía hacia el conflicto central. Bob, un personaje con un misterio importante sobre su pasado, sorprende por lo humano y desconcertante que resulta.
También te vas a encariñar con personajes que antes no conectaban con todos, como Ghost o John Walker, quienes aquí tienen mucho más desarrollo. Y por supuesto, el regreso de Bucky y Red Guardian es un plus. Mención especial para Julia Louis-Dreyfus como Valentina Allegra de Fontaine, quien demuestra ser la verdadera villana de la historia.
La película brilla en sus escenas de acción, dándole a cada personaje su momento de lucirse. Pero la verdadera pelea está dentro de ellos. Thunderbolts sorprende por ser una de las películas más maduras y reflexivas del MCU, al punto que en ocasiones te hace cuestionar tus propias batallas internas.
Dirigida por Jake Schreier, Thunderbolts ofrece grandes actuaciones, escenas de acción memorables, y sobre todo, una historia sólida y emocional. A diferencia de otros títulos recientes de Marvel, aquí no se siente un cambio de tono forzado ni una crisis de identidad. Si te gustaron las películas tipo Winter Soldier o Guardians 3, Thunderbolts te va gustar.
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